A una rosa

 


Te recuerdas de aquel mediodía de julio?
era un día soleado, las calles vacías y nosotros íbamos por ellas,
pisando nuestras sombras, ocultándonos
del ojo que tantas veces avizora tras alguna extraña tiniebla.

Quería mirarte a los ojos a cada instante…era domingo recuerdo yo,
el sol nos seguía los pasos y quise guardarte en mi memoria…
no en la memoria que se hace imagen en algún medio de tecnología actual…
quería guardarte en la memoria de mi alma.

Y te guarde, sigo teniendo tus ojos en los míos,
sigo teniendo tu piel en la mía, estas guardada en mis instantes,
porque tus besos aun queman, porque tus manos aun corren por las mías…
ser imaginario, pero ser al fin, visitas mis horas de soledad, en esas
noches largas de lluvioso hastío.

Tu imagen guardada en los espacios más recónditos de mi alma
tu imagen susurrando infinitas dulzuras, tu imagen guardada
donde nadie la puede ver.., porque huíamos como sombras
dispersas, el mundo es un zoológico de seres sedientos de ver a quienes se aman…
el amor es un tema de dos…por eso huíamos al mediodía.

Te fuiste al caer la tarde, mujer de voz sensual…y después venció el miedo,
La sombras fueron plenas de luz y tu imagen se guardo…
tu no estas hoy, ya lo se…
aunque seguirás estando...siempre estarás

Antonio Evies /Septiembre 2023

A una Rosa. Poema en prosa del poemario inédito:  Cuerpo y Espíritu





1 comentario

  1. Los mejores poemas son los que describen al amor en su forma natural. Lo leo siempre maestro...

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